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¿Qué es la artrosis y a quién afecta?

¿Qué es la artrosis y a quién afecta?

¿Qué es la artrosis? A menudo oímos hablar de esta dolencia, tan tristemente frecuente en nuestro tiempo y sociedad, sobre todo entre personas de edad avanzada. La fibrosis es la principal causa que provoca la degeneración de las articulaciones. Suele manifestarse en adultos mayores de avanzada edad y su afectación se manifiesta en todo el cuerpo. La mayoría de personas de edad avanzada suele presentar signos de artrosis en alguna de sus articulaciones.

Una razón fundamental de ello estriba en el hecho de que con la mucha edad y el transcurso del tiempo (y, por supuesto y lógicamente, también por el mucho uso) las articulaciones, o determinadas articulaciones del cuerpo de cada persona (así como los cartílagos que albergan), tienden a desgastarse, lo que ocasiona esta dolencia tan presente entre las gentes de edad ya provecta.

De hecho, la artrosis es una degeneración y cronificación de la artritis, o inflamación dolorosa de las articulaciones por la excesiva fuerza aplicada en ellas, o por excesivo o abusivo uso. El desgaste de los cartílagos articulares hace que los huesos de las articulaciones se rocen entre sí, y ello produce problemas articulares crónicos y dolorosos.

A medida que cumplimos años nuestros cartílagos suelen verse afectados, aunque existen factores hereditarios que nos predisponen a la posibilidad de sufrir esta afección. Esta es otra de las razones fundamentales de que podamos padecer artrosis.

¿A quién afecta y cómo se manifiesta la artrosis?

Según nuestros profesionales del centro de ayuda a domicilio Madrid, suele presentarse más en mujeres que hombres.

Personas mayores de 70 años (a partir de los 75 años casi todas las personas tienen artrosis en alguna articulación).

Gente con problemas de obesidad. El mucho peso sobre las articulaciones es un factor que produce a menudo artritis y artrosis. En personas obesas, el mismo considerable sobrepeso que padecen es un factor causante de esta degeneración articular y de sus problemas consiguientes. Por lo tanto, prevenir el sobrepeso es de gran importancia para evitar estas dolencias de las articulaciones.

La falta de movilidad y el dolor en las articulaciones han de estar seguidas de un diagnóstico de artrosis si el paciente es de edad avanzada.

Es un dolor característico que empeora con el ejercicio. El objetivo de los tratamientos que se utilizan para la artrosis es mejorar la movilidad de las articulaciones y paliar el dolor. Los antiinflamatorios suelen ser el mejor tratamiento para estos casos y un médico especialista tratará de evaluar otros posibles tratamientos en función del estado del paciente y su evolución.

Lo normal es que a la medicación le acompañen ejercicios de rehabilitación para que el paciente mejore y, sobre todo, elimine el dolor que afecta a los enfermos de artrosis. Cada paciente es diferente y el tratamiento personalizado estará orientado a los síntomas que haya que tratarse. El paciente deberá además recibir recomendaciones por parte del especialista para tratar su enfermedad.

Artrosis VS Artritis

Es importante diferenciarla de la artritis, ya que en ésta es la inflamación la causante de la enfermedad y en la artrosis es el “desgaste”. En ambas se sufre dolor articular, rigidez e hinchazón, pero en la artrosis el dolor se manifiesta con el movimiento y mejora con el reposo. Distinguimos varios tipos de artrosis según la zona afectada:

  • Artrosis de cadera
  • Artrosis cervical
  • Artrosis lumbar
  • Artrosis de mano
  • Artrosis de rodilla

Consejos para los pacientes con artrosis

En verano y las épocas más secas, suelen sen las idóneas para quienes sufren de artrosis, sin embargo, en invierno suelen aumentar las consultas debido al frío. Son millones las consultas que, por este motivo se hacen al año en España. Para los afectados por artrosis deben seguir las recomendaciones de La Sociedad Española de Reumatología (SER):

Mantenga un peso corporal correcto: mantenerse delgado y en forma es una buena forma de comenzar a combatir la artrosis. El peso en las articulaciones empeora el dolor y la rigidez. Una dieta equilibrada y baja en calorías es indispensable. A la hora de saber qué es la artrosis y cómo nos afecta, ya hemos esclarecido que el sobrepeso es un factor destacado en su génesis y evolución.

Calor y frío: el calor es más beneficioso en la artrosis, alivian el dolor y relajan la musculatura. Aplicar frío local cuando la articulación artrósica tiene un intenso brote inflamatorio.

Medicación: los antiinflamatorios y analgésicos suelen mejorar el dolor, aunque debe ser el reumatólogo el que indique que es lo más recomendado para usted. Se trata de fármacos sintomatológicos, para combatir los síntomas, pero todo ello debe ir englobado en un tratamiento planificado por el médico especialista.

Hábitos posturales: duerma en cama plana. No son recomendables sillones muy hundidos o sillas que no estén rectas. Debemos mantener una posición natural con los pies que estén tocando el suelo. A la hora de conocer cómo se manifiesta la artrosis, debemos saber que una de las formas más frecuentes en que aflora es precisamente en las posturas sedentes o sentadas de tipo incorrecto, y por lo tanto insalubre.

Ejercicio: el ejercicio es fundamental a la hora de combatir la artritis ya que protege la articulación y aumenta nuestra fuerza muscular. No realizar ejercicio físico hace que disminuya nuestra movilidad. Es recomendable montar en bici, andar y la natación, pero no son recomendables ejercicios de fuerza extrema o deportes de contacto.

Reposo: la artrosis es una enfermedad que se manifiesta de manera intermitente. Tiene periodos mejores y otros peores y, por tanto, es recomendable tener periodos de descanso de manera regular.

Evite sobrecargar las articulaciones. Trate de evitar coger mucho peso y no estar de pie demasiado tiempo.

Calzado adecuado: los tacones no son recomendables en pacientes con artrosis. Trate de llevar zapato plano.

Acudir a un balneario: los balnearios aplican aguas mineromedicinales, generalmente termales, para el tratamiento de la artrosis.

Mantenga una actitud positiva: la artrosis con un tratamiento adecuado permite llevar una vida personal completa. Aun existiendo ciertas limitaciones existen tratamientos tanto preventivos como quirúrgicos que solventan el problema.

Como podemos ver, el qué es la artrosis y cómo combatirla son conocimientos relativamente sencillos, pero muy necesarios, que pueden ayudarnos a conocer y prevenir este mal.

¿Cuál es el tratamiento indicado para la artrosis?

La artrosis no se puede prevenir en su totalidad, pero, como hemos visto, si se pueden tomar ciertas medidas para evitar su aparición o mitigar el dolor. El tratamiento para la artrosis vendrá indicado por un médico reumatólogo que será quien diagnostique el mejor tratamiento para los síntomas en cada paciente. En términos generales, podemos hablar de varias alternativas:

  • Analgésicos: son una solución para aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones del paciente. Algunos de los más comunes para ello son el paracetamol.
  • Antiinflamatorios: cuando el dolor es más agudo, puede ser tratado con antiinflamatorios no esteroideos y si tampoco remite, entonces echar mano de otros más potentes.
  • Medicamentos condroprotectores. Son fármacos constituyentes del cartílago de la articulación que, además de eliminar el dolor, mejoran la movilidad y retrasan el deterioro de la articulación.
  • Infiltraciones: Las inflitraciones se llevan a cabo en caso de no tener efecto los tratamientos anteriores. Se suelen utilizar como medida puntual y no a largo plazo, ya que a veces el uso de corticoides en dosis recurrentes no es aconsejable.
  • Cirugía. La cirugía puede ser una buena solución cuando la enfermedad se encuentra en estado avanzado. En las fases iniciales, se puede frenar el curso de esta, incluso la reconstrucción del cartílago, pero, en estadios más avanzados, quizá sea la solución implantar una prótesis que lo sustituya. (Por ejemplo, rodilla, cadera, codo…).
    La prótesis de cadera suele ser una de las más comunes llegados a una cierta edad, un elemento metálico o de otros materiales que se ancla al hueso y permite su fijación.