El resfriado en adultos mayores es un problema delicado que hemos de saber prevenir para evitar sus múltiples (y algunas graves) complicaciones. No se trata de un asunto que hayamos de tomar a la ligera, pero tampoco necesariamente a la tremenda. Hemos de saber lo que hacer en estas situaciones y ser consecuentes para evitar que la cosa vaya a mayores, lo que es mucho más frecuente en las edades avanzadas, en que las dolencias víricas perjudican mucho más a quienes las padecen, al igual que sucedía inicialmente en la infancia.
Nos encontramos en una época clave para que hagan acto de presencia las dos enfermedades más típicas de esta estación: la gripe, el resfriado a la que se ha sumado la reciente covid que no ha hecho sino, aumentar la preocupación sobre todo entre los grupos más vulnerables como son las personas mayores.
En esta ocasión vamos a hablar del resfriado, enfermedad más común y con la que hay que tener especial cuidado si la sufren los niños y los ancianos, grupos de población más vulnerables ante las enfermedades. Por eso, en pleno invierno es importante saber qué es el resfriado, sus síntomas y como identificarlo de otras patologías respiratorias a la vez de proteger a nuestros mayores ante él.
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¿Qué es el resfriado?
Un resfriado es una infección leve de la nariz y la garganta que dura entre unos pocos días y unas pocas semanas. Como hemos dicho, es una infección muy frecuente, hasta tal punto que los adultos pueden padecer entre 2 y 4 resfriados por año y los niños, entre 6 y 8. La época más común para sufrir resfriados es entre septiembre, octubre y mayo, si bien es cierto que también hay algún que otro caso en verano.
Las bajadas de temperaturas facilitan sobremanera la transmisión de microorganismos infecciosos, por lo que en otoño, y también en invierno (esto es, en la temporada fría) tienden a contagiarse y extenderse más las gripes y catarros. Además, los resfriados que se producen en la temporada cálida (a partir de abril-mayo) poseen el inconveniente sobreañadido de que duran bastante más que los de otros periodos del año.
Como precaución e información previa, debemos tener en cuenta las complicaciones del catarro en adultos mayores si no se trata bien y a tiempo, complicaciones tales como:
- Disnea o ahogo en la respiración.
- Cianosis: una conjunción de problemas respiratorios y cardíacos que se manifiesta en la coloración azulada de las bolsas debajo de los ojos y el amoratamiento de los labios.
- Dolor torácico, expectoraciones sangrientas, fiebres, etc.
¿Cómo se contagia y cuáles son los síntomas?
Para que una persona padezca un resfriado, los virus que lo causan deben entrar en contacto con la mucosa de la nariz. La vía de transmisión más probable de los virus del resfriado es el contacto directo. También es probable la transmisión indirecta, por medio de superficies u objetos que un paciente resfriado ha tocado y que se pone en contacto con las manos o la cara de otra persona, transmitiéndole los virus del resfriado. Por tales razones, la higiene personal y de la casa del adulto mayor son cruciales: de este modo, también se está ejerciendo una función profiláctica o de prevención de los resfriados, más peligrosos en la tercera edad que en etapas anteriores de la vida. Si bien no hay que tornarse aprensivo (no digamos ya hipocondríaco) al respecto: el resfriado en adultos mayores puede y debe tratarse de forma inmediata, y con el tratamiento adecuado no habrá que lamentar otras secuelas o complicaciones en la salud del adulto mayor.
En cuanto a los síntomas, prácticamente todo el mundo los conoce. Habitualmente se desarrollan entre uno y tres días tras la infección por el virus y duran hasta una semana (dos como máximo en uno de cada cuatro casos). Los síntomas más habituales son la mucosidad nasal, la dificultad respiratoria por la nariz, los estornudos, el dolor de garganta y la tos. Además, en el caso de niños y ancianos, también puede aparecer algo de fiebre.
Prevención del resfriado
Dada la vulnerabilidad de las personas de la tercera edad ante cualquier enfermedad, y si bien es cierto que es prácticamente imposible evitar el contagio, es importante conocer una serie de recomendaciones que pueden reducir el riesgo de padecer un resfriado:
- Evitar el contacto con personas resfriadas, especialmente durante los tres primeros días.
- Lavarse las manos tras tocar la piel del paciente resfriado o tras tocar algún objeto que este haya tocado anteriormente.
- Si hablamos de la persona resfriada, esta puede taparse la nariz y la boca al toser o estornudar con pañuelos de un solo uso. Además de esto, lavarse las manos al toser o estornudar.
Es importante que nuestros mayores beban una buena cantidad de líquidos, agua o zumos. Esto tiene por objetivo prevenir la sequedad de las mucosas y que la mucosidad discurra por nariz y garganta con más fluidez.
Aunque no existe medicación para eliminar el resfriado, es cierto que hay ciertos medicamentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas del resfriado: aspirina, paracetamol, descongestionantes nasales, antihistamínicos o mucolíticos, entre otros.
Por supuesto, también es recomendable evitar el tabaco.
El resfriado en adultos mayores puede no ser mayor problema si se trata bien y con una actuación inmediata.
Actualmente y como bien es sabido por todos, el coronavirus y sus nuevas variantes, han hecho alertar a la población sobre nuevas manifestaciones de enfermedades infecciosas respiratorias que, si bien no resultan tan letales como al principio, son muy contagiosas y siguen poniendo en riesgo a personas mayores y personas con complicaciones de salud.
Tanto el resfriado como la gripe como el coronavirus se transmiten por medio de gotículas que desprendemos al respirar, toses o hablar. En el caso del coronavirus, se ha podido comprobar como su transmisión es mucho mayor que un resfriado y sus efectos, dependiendo el caso, pueden llegar a ser peores. La sexta ola ha corroborado que es muy contagioso (hablamos de la variante Ómicron) y puede llegar a confundirse con un resfriado, pues sus síntomas ahora, son muy similares.
Aunque tanto el resfriado, la gripe o la Covid Ómicron presentan cuadros clínicos similares, hay algunos síntomas con los que se puede diferenciar esta nueva cepa: fatiga, dolor muscular, fiebre, taquicardia, dolor de garganta, ritmo cardíaco elevado, cogestión nasal o problemas gastrointestinales. En alguna ocasión se puede detectar la pérdida de olfato y gusto.
Por lo tanto, los síntomas de un resfriado son muy similares, pero no cursan fiebre. La ómicron ha llegado en un momento complicado, cuando resfriado y gripe están en su punto álgido, por lo que el aumento desorbitado de casos ha supuesto un aumento de los catarros. Sin duda, una prueba de antígenos, será lo que nos saque de dudas en la mayoría de los casos.
Desde mSoluciona Castellana, esperamos que estos consejos sean de utilidad a la hora de cuidar a nuestros mayores. Recuerda que somos expertos en el cuidado de mayores en Madrid. ¡Ponte en contacto con nosotros y conoce nuestro servicio de ayuda a domicilio!