Acaban de publicarse nuevas informaciones que desvelan que la ingesta de café en cantidades moderadas (dos o tres tazas de café al día) pueden resultar beneficiosas para la salud en lo que se refiere a enfermedades neuronales co
Lo que han descubierto es que la cafeína, la droga más consumida del mundo, no sólo despierta a las personas. Se la ha relacionado con mejoras en la memoria y al parecer protege contra la destrucción de células cerebrales.
Un estudio reveló que las personas que bebían dos o más tazas de café por día tenían un 40 por ciento menos de riesgo de sufrir Parkinson.
Animadas por estos hallazgos, algunas compañías están diseñando fármacos que reproducen estos beneficios. Las investigaciones más avanzadas se lograron en el Parkinson. Por lo menos una farmacéutica, Kyowa Hakko Kirin Co., el año pasado obtuvo autorización en Japón para elaborar un producto de ese tipo y luego inició ensayos en los Estados Unidos. “La cafeína tienen importantes beneficios para la cognición”, dijo Jiang-Fan Chen, profesor de neurología y farmacología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston. “Más y más personas creen que este es un beneficio potencial real que deberíamos investigar”.
La cafeína, que se encuentra naturalmente en más de sesenta plantas, ingresa al cerebro rápidamente una vez que se la consume. Luego, se adhiere a las células en los mismos sitios que interactúan con la adenosina, sustancia química que actúa como sistema de frenos del cerebro. Al bloquear el receptor de adenosina, la cafeína despeja el sueño y genera la claridad mental que hace del café una de las bebidas más populares del mundo.
Convertir eso en una medicación no ha sido fácil. Merck Co., la segunda mayor compañía farmacéutica de los Estados Unidos por ventas, puso fin al desarrollo de un tratamiento de este tipo para el mal de Parkinson el año pasado luego de que los ensayos de fase tardía indicaran que no funcionaba. Y la japonesa Kyowa debió postergar los planes de llevar su droga al mercado estadounidense.
“Una de las razones por las que debemos desarrollar una droga en lugar de usar cafeína, que puede consumirse de manera muy económica, es que necesitamos un efecto más amplio que el que se obtiene con la cafeína, sin los efectos secundarios”, explicó Bertil Fredholm, investigador sueco que estudió los efectos de la cafeína durante más de cuarenta años.
Por lo menos cinco grandes estudios han demostrado que consumir más cafeína puede contribuir a reducir el riesgo de padecer el mal de Parkinson, dijo Chen, quien junto con Fredholm el año pasado escribió una revisión de investigaciones. En un estudio con ratas, el consumo crónico de cafeína previno la pérdida de células nerviosas.
Hasta que no haya una droga similar a la cafeína para mejorar el funcionamiento de la mente, la gente puede tomar té o café o comer alimentos como el chocolate.
“Debemos alentar a las personas mayores a seguir bebiendo café como prevención y neuroprotección”, dijo Chen, cuyo laboratorio estudia la función de los receptores A2Ade adenosina en diferentes trastornos, del Parkinson a la adicción a las drogas. El científico dice tomar una o dos tazas de café por día.
“Hay individuos que no deberían tomar ni café ni té y hay otros que pueden beberlos sin problemas en cantidad”, señaló Fredholm, que comienza el día con café y luego bebe té. “Hay que escuchar al cuerpo”.