El mundo de la cinematografía ha creado una idea muy amplia de lo que pueden llegar a ser los robots en un mundo no muy lejano. Títulos como “Yo Robot”, “La guerra de los mundos”, “Terminator” o la p
El caso que nos ocupa es el de un robot “bueno”. Su nombre es Robin y se trata de una máquina cuya principal misión es asistir a las personas mayores en sus propios hogares. Además el robot conecta a los ancianos que viven solos con su familia y, a través de sensores colocados por toda la casa, vigila su estado de salud y las actividades de la persona de la que se tiene que ocupar.
Pese a que pueda parecer una idea para el futuro, lo cierto es que gracias a la inversión de la Comisión Europea de 3 millones de euros el proyecto ha sido ya ensayado con éxito en un domicilio italiano y podría convertirse en un producto con fines comerciales a finales del año 2015.
La primera persona que ha probado a Robin es Lea Mina Ralli, una italiana de 94 años que parece que está satisfecha del experimento: “Me preguntan por qué no vivo con mi hija, pero es que ella tiene a sus propios nietos y muchas responsabilidades nuevas. Con este valioso asistente, estoy más tranquila pensando en los años venideros”, afirmaba la anciana.
En cuanto al robot en sí, los sensores están diseñados para detectar actividades como cocinar, dormir, ver la tele y para efectuar un seguimiento de la salud, como la presión de la sangre o el nivel de azúcar. Gracias a la pantalla que monta y a la cámara integrada (tipo tablet) el robot se desplaza por el domicilio y permite a familiares y amigos y a los cuidadores visitar virtualmente al anciano.
De momento Robin está en periodo de pruebas en seis diferentes domicilios de España, Suecia e Italia. El proyecto está siendo dirigido por la Universidad de Orebo (Suecia) y su producción comercial comenzará a partir de 2015. Para reducir el coste de la máquina, los ancianos podrán pagar un abono mensual, cuyo precio será más asequible que otro tipo de cuidados realizados por humanos.
Según datos de la UE el mercado de robots y dispositivos de asistencia a las personas mayores alcanzara los 13.000 millones de euros de aquí a 2016.