
Si nos preguntaran qué palabras asociamos al invierno, probablemente la mayoría diría prácticamente las mismas: frío, manta, peli y, cómo no, gripe y el resfriado. Pero, ¿son lo mismo? En muchas ocasiones hablamos de ellas sin saber diferenciarlas y vamos a la farmacia quejándonos de una u otra pidiendo fármacos que, probablemente, no sean los adecuados. Por eso es importante que sepas que, aunque a nivel coloquial y en muchas ocasiones hablamos de ellas indistintamente, tienen algunas diferencias y no se tratan de la misma forma.
Es importante que sepas cuándo se trata de una y cuándo de la otra, sobre todo cuando tienes ancianos de tu cuidado y tienes que hacerte cargo de ellos. Aunque desde mSoluciona Castellana, como expertos en cuidado de mayores a domicilio, te recomendamos siempre acudir a un especialista, en este post compartimos algunos consejos básicos para saber diferenciarlas.
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Doctor, ¿tengo gripe o resfriado?
Tanto la gripe como el resfriado común son enfermedades causadas por agentes infecciosos que no responden al tratamiento con antibióticos. Suelen infectar a través de las vías respiratorias y los principales síntomas son tos, estornudos y mucosidad.
¿Cómo saber cuándo es gripe y cuándo resfriado?
La gripe se manifiesta por la aparición brusca de un gran número de casos a la vez. Los brotes suelen aparecer entre octubre y abril. Fuera de esta fecha es mucho más difícil establecer el diagnóstico de gripe.En el caso de la gripe, la vacunación suele ser eficaz. Con el objetivo de que sea lo más efectiva posible, la vacuna se modifica todos los años. Existen una serie de manifestaciones cínicas diferenciales con respecto a los síntomas:
- Fiebre: en la gripe, la fiebre alta (entre 38º C y 40º C) está presente desde el comienzo de la enfermedad y se suele prolongar durante los tres primeros días. En el resfriado, la presencia de fiebre alta es mucho más rara, aunque en niños y jóvenes suele ser más frecuente.
- Dolor de cabeza o cefalea: presente desde un principio y de forma intensa en la gripe es, junto con los dolores musculares, una de las manifestaciones más molestas. No suele darse en el resfriado.
- Tos: en la gripe es habitual y suele ser tos “seca”. En el resfriado es moderada.
- Dolores musculares: propios de la gripe. Se suelen manifestar en los músculos largos de las extremidades y de la espalda y pueden ir acompañados de dolores articulares. En el resfriado no suele estar presente o lo hace de forma moderada.
- Dolor de garganta: más propio del resfriado que de la gripe.
- Estornudos: uno de los síntomas más comunes en el resfriado común. En el caso de la gripe, no son frecuentes.
- Secreción nasal: muy frecuente y abundante en los resfriados, pero ocasional en la gripe.
- Irritación muscular: más frecuente en el resfriado común que en la gripe.
Prevención y tratamiento de la gripe y resfriado
En el caso de la gripe, la vacunación es la opción más eficaz, aunque es importante saber que los virus cambian a menudo. Esto supone que el hecho de haberse vacunado el año pasado no asegura protección para este año, motivo por el que la vacuna se modifica todos los años. La protección se desarrolla a las dos semanas de haberse vacunado y puede durar hasta un año. Es necesario vacunarse cada año.
En cuanto al resfriado común, la prevención resulta muy difícil, aunque podemos tener en cuenta una serie de consejos:
- Lavarse las manos: los constipados y la gripe se contagian por contacto directo. Frotarlas bien con jabón y durante, al menos, 20 segundos.
- No tocarse la cara: los ojos, la nariz y la boca son las zonas más sensibles para la entrada de bacterias.
- No estresarse: cuando nos ponemos nerviosos, nuestro sistema inmunológico se debilita y somos más propensos al resfriado.
- No estornudar en las manos: mejor protegerse la boca con un pañuelo.
- No fumar ni beber
Estas son algunas de las diferencias más importantes para saber cuándo tenemos gripe y cuándo un resfriado común. Esperamos que os hayan sido de utilidad.