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El consumo excesivo de energía en algunas neuronas, posible precursor del párkinson

Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Montreal (Canadá) ha analizado cómo las neuronas más vulnerables al párkinson consumen cantidades inusualmente altas de energía, agotándose gradualmente y muriendo de forma prematura. No hay que olvidar que el párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que afecta al 2% de las personas mayores de 65 años, unos 150000 en España.

“Uno de los obstáculos es que sabemos muy poco sobre qué tipo de células cerebrales son más vulnerables”, explica Louis-Éric Trudeau, profesor de la Universidad de Montreal y uno de los autores de dicho estudio.

Los resultados de la investigación muestran que las neuronas “sensibles” son morfológicamente muy complejas, con una extensa ramificación de los axones (prolongaciones de las neuronas especializadas en conducir el impulso nervioso desde el cuerpo celular hacia otra célula).

“Este tipo de células tan complejas probablemente necesita una gran cantidad de energía para garantizar su correcto funcionamiento. Esto explicaría el deterioro celular acelerado”, afirma Trudeau, que añade: “Con las neuronas sucede como con los vehículos que se recalientan: estos queman más combustible y pasan por el taller más a menudo”.

El estar constantemente cerca de su límite de producción de energía puede ser una de las razones por las que estas neuronas son tan vulnerables, ya que cuando las mitocondrias funcionan a niveles tan altos producen especies reactivas de oxígeno que pueden convertirse en tóxicas para las células a largo plazo. “Esto se conoce como estrés oxidativo y puede representar una vía final común para desencadenar el párkinson”, dice el investigador. Este hallazgo podría abrir la puerta a la creación de mejores modelos de animales de la enfermedad de Parkinson y la identificación de nuevas estrategias de tratamiento.

Trudeau finaliza con una perspectiva de futuro bastante optimista: “Gracias a nuestro descubrimiento se podrían desarrollar nuevos medicamentos para ayudar a las neuronas a reducir su consumo de energía o a producirla de forma más eficiente, lo que reduciría el daño acumulado a lo largo de los años”.