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El corazón humano se hace virtual

La compañía francesa Dassault Systèmes ha finalizado el desarrollo del primer modelo virtual en tres dimensiones de un corazón humano completo, que captura su comportamiento eléctrico y mecánico, q

El hallazgo forma parte del proyecto ‘Living Heart’ y para su creación han utilizado el sistema ‘Simulia’, un software de simulación realista que se usa en procesos de diseño, ingeniería e investigación y que ha permitido capturar el comportamiento eléctrico y mecánico del corazón con todo detalle.

Mediante la utilización de un ecocardiograma, imágenes de escáner MRI y CT, junto a los datos de investigación cardiaca, las simulaciones 3D personalizadas del corazón permitirán «muy pronto» a los profesionales médicos «conocer mejor el comportamiento del corazón de un paciente sin necesidad de procedimientos de diagnóstico invasivos adicionales», aseguran los investigadores.

«Es apasionante cómo se puede simular el modo en el que puede responder el corazón de un paciente ante una gran variedad de intervenciones, evitando así las incertidumbres sobre el resultado de un tratamiento concreto», ha señalado James Perry, director de Electrofisiología y Enfermedades Coronarias Rady de San Diego (EE UU), que ha colaborado en el proyecto.

Para este experto, el avance será útil para mejorar las terapias de pacientes con defectos cardiacos congénitos, que requieren muchos tratamientos, pero también se podrá aplicar a un gran porcentaje de población que sufre fallos cardiacos, arritmias y otras anomalías estructurales.

«Esta tecnología va a suponer un gran avance que acelerará la materialización de nuestros avances científicos sobre la función cardiaca en aplicaciones prácticas que promuevan una mejor salud y seguridad», añade.

Este corazón virtual forma parte del proyecto ‘Living Heart’, lanzado el pasado mes de enero, que reúne a destacados investigadores cardiovasculares y educadores, fabricantes de dispositivos cardiacos y agencias reguladoras.

Según los participantes, esta simulación realista de un corazón humano será no solo una valiosa herramienta educativa y de fomento de la innovación en la investigación, sino que también acelerará los ciclos de aprobaciones regulatorias, reducirá los costes de desarrollo de nuevos dispositivos más personalizados y permitirá el diagnóstico temprano y la mejora de los resultados de los tratamientos.