Conocemos el alzheimer como una enfermedad que afecta, sobre todo, a personas de edad avanzada, pero también puede aparecer a cualquier edad.
Los síntomas suelen desarrollarse de manera lenta y progresiva aunque esxisten muchas formas de paliar su desarrollo y hacer la vida del afectado más cómoda y de la manera más aceptable posible.
Cómo prevenir el alzheimer
El alzheimer es una enfermedad que, actualmente, no tiene cura, sin embargo, sí que se conocen varias causas y, por tanto, se puede saber qué aspectos de nuestra vida nos hacen propensos a la enfermedad.
Podemos prevenir la aparición temprana o acelerada con estos consejos:
– Eliminación del tabaco: los compuestos del tabaco pueden afectar a las capacidades mentales y ocasionar un deterioro irreversible. El tabaco actúa como potenciador de otras causas del alzheimer.
– El corazón: Las enfermedades cardiovasculares son consideradas uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad.
– La falta de actividad física: El ejercicio físico es indispenable tanto en la prevencióm como durante la fase de desarrollo de la enfermedad.
– Socializar: Actividades en grupos que nos ayuden a activar partes del cerebro y así mantenerlo en forma.
– Y siguiendo la estela del consejo anterior: entrenar, entrenar y entrenar la mente. Hacer cálculo, leer, y poner a prueba diversas inteligencias (según la teoría de las inteligencias múltiples) retrasará la aparición o el deterioro.
– Alimentación saludable: Mantener una dieta balanceada a lo largo de nuestra vida que nos aporte todas las vitaminas y nutrientes necesarios repercutirá de manera muy positiva en el estado general de salud de cualquier afectado por Alzhemier. Como dato importante, debemos destacar que existe una alta relación entre la falta de vitamina D y el desarrollo de este tipo de patologías.
La falta de vitamina D es un riesgo de padecer alzhéimer
El estudio realizado por expertos no deja lugar a dudas. Del grupo de ancianos bajo investigación, se llegó a la conclusión que el 52% de los que tenían carencia de vitamina D, tenían más riesgo de desarrollar demencia de cualquier tipo. Y en el caso de que esa deficiencia de vitamina D fuera muy acusada el riesgo se elevaba hasta el 125%.
En cuanto a los resultados para la enfermedad del alzheimer fueron muy similares: de los miembros del grupo con deficiencias de vitamina D, un 69% eran más propensos a desarrollar la enfermedad, aumentando hasta 122% en aquellos con deficiencias graves.
El estudio analizó a 1658 adultos de 65 años y más que eran capaces de caminar sin ayuda y estaban libres de problemas de demencia.
Lo interesate del estudio es que ahora los expertos tienen que determinar si consumir alimentos ricos en vitamina D como el pescado azul, puede retrasar o incluso prevenir la aparición del alzheimer y la demencia.
Hay que recordar que la vitamina D proviene de tres principales fuentes para los humanos: la exposición de la piel a la luz del sol, alimentos y suplementos alimenticios. En el estudio también se determinó que por debajo de un umbral (25 a 30 nmol/L) es más fácil padecer estas enfermedades y que por encima de 50nml/L se asocia a una buena salud cerebral.
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