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La grúa geriátrica: necesaria para ayudar a los mayores enfermos

La prudencia es fundamental para ayudar a moverse a personas que, por problemas de salud de edades avanzadas, y por su movilidad reducida, necesiten de nuestra ayuda para moverse. De ahí que se utilicen las grúas y arneses geriátricos, pensados para estos menesteres. Se trata de grúas y arneses para levantar enfermos y personas impedidas con discapacidades que les acarrean serios problemas de movilidad.

Dependiendo de si estas personas poseen movilidad o no en los miembros inferiores, se emplea una determinada grúa o arnés, o bien otro.

Estos instrumentos se amoldan a las características específicas del paciente, su cuidador y el entorno, para así contribuir a afrontar los problemas específicos de cada situación. Para hallar y escoger una que se ajuste a nuestras necesidades concretas, ese preciso consultar previamente con un especialista en la materia.

Tipos de grúas geriátricas

Hay diversos tipos de grúas geriátricas u ortopédicas, adaptadas pues a los problemas de cada paciente y a las situaciones mismas que plantea la movilidad y el traslado:

  • Grúas de techo. Poseen las ventajas de ser muy próximas, versátiles y de fácil uso. Las fijas emplean raíles. Pueden ser de velocidad regulable o de cambio rápido. Las primeras incorporan un tambor de seguridad y son de velocidad de bajada regulable, para controlar siempre la velocidad a que desciende la persona con problemas de movilidad. En cuanto a las segundas, poseen un sistema de cambio rápido y brazo articulado, y pueden subir pesos de hasta 200 kilos. En ellas, el raíl puede ponerse en el techo o retirarse de él: con ello, se facilita el traslado de la persona entre varias habitaciones. Las grúas de techo móviles se estructuran en un pórtico de donde pende el elevador con el brazo y el arnés: poseen ruedas y son plegables, lo que hace más fácil mover al paciente de una habitación a otra y guardar el propio dispositivo, por ejemplo, debajo de la cama.
  • Grúas de transporte o traslado. Pueden ser con actuador lineal o con columna eléctrica. La primera recibe ese nombre por integrar un actuador lineal que puede hacer ascender o descender el brazo superior y también la percha que sujeta el arnés que a su vez sostiene a la persona. Las hay de diversas velocidades, y además pueden ser accionadas con gran facilidad. Con respecto a las de columna eléctrica, están provistas de una columna por la que asciende o desciende el brazo con la percha del arnés. El brazo de la percha de estas grúas ortopédicas no es, por lo general, muy largo, razón por la cual se recomienda que no se emplee con personas que no puedan sostenerse en pie.
  • Grúas de bipedestación. Son grúas pensadas para que la persona sea trasladada desde una posición de sentado a otra de sentado, o bien de bipedestación: es decir, de pie. Integran una plataforma para apoyar los pies, un acolchado para las rodillas, y un arnés de sujeción axilar. Se emplean para vestirse, para ir al baño o al servicio, etc. El arnés es muy útil también para cambiar pañales.
  • Grúas para uso en piscinas y bañeras. Con un cuerpo central que puede permanecer fijo o moverse, posee una silla o plataforma en lugar del habitual arnés, y el brazo es particularmente largo para permitir acceder al agua de una manera segura desde el bordillo. El mecanismo fundamental de estas grúas suele ser de columna eléctrica o de actuador lineal. Existe una variante llamada Ascensores acuáticos.

Posiciones en las que hay que mover a la persona

La grúa geriátrica requiere varias cautelas y procedimientos con respecto a la posición de la persona a la que debemos mover o ayudar a moverse:

  • Se recomienda girar en decúbito lateral con una almohada entre las piernas (para evitar que las junten) a las personas con fractura de cadera. También se entrecruzan las cintas del arnés para que las piernas del fracturado de cadera queden rigurosamente separadas.
  • Desde la posición sedente o de sentado, se aconseja incorporar al paciente con las cintas del arnés por encima de una sábana entremetida que llegue hasta la cintura. Después, acostar a la persona de nuevo, y pasarle las bandas de las piernas, justo por debajo de los muslos. A continuación.

Una vez que se haya podido colocar el arnés a la persona por uno de los dos métodos, ya se le pueden colocar las bandas de los hombros primero, y luego las de las piernas, para proceder a elevarlo suavemente.

Ayudar a las personas enfermas y los mayores con problemas de movilidad requiere de mucha prudencia y de los pormenorizados consejos de especialistas. Las grúas geriátricas están aquí para ayudarnos, pero necesitamos el consejo y las indicaciones de expertos sanitarios.