El verano trae consigo un nuevo e importante riesgo que los familiares y profesionales tienen que afrontar cuando hablamos del cuidado de mayores: las playas y las piscinas. Y es que, según datos recopilados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en España fallecen cada año algo más de 450 personas por ahogamientos o lesiones en el medio acuático y más del 40% de los fallecidos tiene más de 65 años.
La edad sigue siendo uno de los principales factores de riesgo de ahogamientos y es aquí donde debemos poner especial atención. Las personas mayores ya no poseen la capacidad de respuesta física ante una situación complicada dentro del agua, a lo que se les une el sufrir alguna enfermedad. Ello supone que su capacidad de reacción sea más lenta o incluso nula para salir de agua.
En este sentido, son los ahogamientos por sumersión accidental la principal causa de muerte. El resto se deben a accidentes ocurridos en medios de transporte por agua, traumatismos causados por una zambullida u otras causas no especificadas. Ante esta situación, y coincidiendo con la temporada estival, os damos una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de bañarse en playas o piscinas.
Recomendaciones para un baño seguro en verano
- Respetar el significado de las banderas en las playas (y no bañarse cuando estén rojas), respetar las indicaciones de los socorristas y que nuestros mayores se bañen siempre acompañados.
- Elegir lugares seguros y siempre que estén vigilados por socorristas. Si tienes problemas de salud no dudes en comunicárselo a los socorristas para que incrementen la vigilancia.
- En el caso de que nuestros mayores se adentren en el agua y estén cansados o tengan dificultades para la orilla, lo recomendable es volver de espaldas y moviendo únicamente las piernas.
- Y si hablamos de las piscinas, las personas encargadas del cuidado de mayores deberán haber comprobado previamente que estas cuentan con unas medidas de seguridad adecuadas.
- Antes de entrar en el agua, comprobar la temperatura del agua (no bañarse en agua muy fría) y respetar las horas de digestión después de haber comido.
- Desconfiar de las zonas de baño desconocidas en ríos, embalses, piscinas naturales… para zambullirse con seguridad, así evitaremos corrientes, temperatura del agua y demás riesgos solo se pueden evitar si se conocen previamente.
- Si la persona mayor no sabe nadar o no nada bien, es conveniente utilizar un chaleco salvavidas para bañarse o practicar algún deporte acuático.
- Báñese siempre en compañía, particularmente si se trata de una persona mayor o con algún problema de salud.
- Evite el consumo de alcohol, pues disminuye la capacidad de reacción y supone un riesgo de ahogamiento.
- Cuidado con el uso de colchonetas y otros objetos hinchables ya que pueden arrastrarnos hacia dentro con rapidez.
Por otro lado, y dada la especial situación por Covid-19 que estamos viviendo, se recomienda evitar aglomeraciones y mantener la distancia entre personas de al menos 1,5 metros entre no convivientes, ya que el riesgo en playas o piscinas es tan alto como en cualquier otro lugar en exterior, y el uso de mascarilla en caso de no poder mantener esa distancia.
Recordemos que los ahogamientos, en la mayoría de los casos se producen de forma rápida y silenciosa, muchas veces después de haber perdido de vista a la persona en cuestión durante unos minutos.
Ya sea en la playa, la piscina, en el río… queremos que tengáis un verano seguro tomando todas las medidas de precaución y recomendaciones posibles para disfrutar de los meses estivales sin sobresaltos. Vive un verano feliz.