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Verano y personas mayores: cómo cuidarlas con altas temperaturas

Persona mayor bebiendo para hidratarse por la alta temperatura.

Cuando el calor aprieta, todos lo sentimos. Pero no todos lo sufrimos igual. Las personas mayores son especialmente vulnerables durante el verano, y no por casualidad. Su organismo regula peor la temperatura, suelen tener menos sensación de sed y, en muchos casos, conviven con enfermedades crónicas que complican aún más la situación. En este contexto, cuidar de ellas no es solo una cuestión de cariño: es una necesidad vital.

A lo largo de este artículo, explicaremos estrategias reales, prácticas y afectivas para cuidar a nuestros mayores en época estival. Y también repasaremos algunas ayudas como el cheque servicio en la Comunidad de Madrid, que pueden ser grandes aliadas para garantizar su bienestar. Porque el calor no perdona, pero tampoco nosotros debemos hacerlo cuando se trata de proteger a quienes más queremos.

El cuerpo envejece… y lo hace más vulnerable al calor

Con el paso de los años, el cuerpo pierde eficacia a la hora de regular su temperatura. El sudor, que nos ayuda a enfriarnos, se reduce; el sistema circulatorio se ralentiza y el umbral de alerta ante la deshidratación baja. Si a esto le sumamos la medicación (diuréticos, antihipertensivos, etc.) y algunas enfermedades comunes como la diabetes o el alzhéimer, la situación se complica.

No se trata de vivir con miedo al verano, sino de entender el riesgo para prevenirlo. Y ahí es donde entran las decisiones cotidianas que marcan la diferencia.

¿Cómo ayudarlas? Lo esencial no se olvida

No hace falta ser un experto en salud para aplicar medidas básicas pero eficaces que protejan a una persona mayor del calor. A veces, solo hace falta estar atento y tener sentido común.

Consejos clave para el día a día:

  • Mantener la casa fresca. Ventilar en las horas adecuadas, cerrar persianas en las más calurosas, usar ventiladores o aire acondicionado con moderación.
  • Hidratación constante. No esperar a que tengan sed: hay que ofrecer agua frecuentemente, también en forma de infusiones frías, caldos suaves o fruta con alto contenido en agua (melón, sandía, naranja).
  • Vestimenta ligera. Ropa de algodón, colores claros, evitar prendas ajustadas o sintéticas.
  • Evitar salir en las horas centrales del día. Si hay que hacer gestiones, mejor a primera hora de la mañana o al caer la tarde.
  • Alimentación equilibrada. Evitar comidas copiosas, fritos o muy calóricos. Las ensaladas, los gazpachos o las sopas frías son excelentes opciones.

Y, sobre todo, estar pendientes. Una llamada, una videollamada o una visita puede marcar la diferencia entre una tarde tranquila y una urgencia sanitaria.

El calor también es emocional

El verano no sólo deshidrata el cuerpo: también puede secar la vida social de nuestros mayores. Muchas familias se van de vacaciones y ellos se quedan solos. Ese abandono, aunque no sea intencionado, puede generar tristeza, apatía o incluso cuadros de ansiedad.

Es importante recordar que cuidar no es solo vigilar signos físicos, sino también atender a la parte emocional. El calor puede afectar al sueño, al humor y al deseo de relacionarse. Por eso, aunque el cuerpo esté bien, el alma puede necesitar atención.

Organizar visitas, fomentar actividades sencillas (como escuchar música, leer, jugar a las cartas o hacer manualidades) o simplemente hablar puede hacer que el verano sea mucho más llevadero.

¿Vives lejos? El apoyo no tiene por qué estar a kilómetros

Muchas personas tienen a sus padres o abuelos mayores viviendo en otra ciudad o comunidad. ¿Qué pasa en esos casos? ¿Cómo cuidarlos sin poder estar físicamente?

Aquí es donde entra la posibilidad de contar con servicios de apoyo en el hogar. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, existe el cheque servicio, una ayuda económica para facilitar la contratación de atención domiciliaria.

Algunas claves del cheque servicio que debes conocer:

  • Es una prestación económica destinada a personas en situación de dependencia.
  • Permite elegir una empresa autorizada cheque servicio Comunidad de Madrid, garantizando así que el cuidado está en manos profesionales.
  • Se puede solicitar según el grado de dependencia reconocido, a través de los canales habilitados por la Comunidad de Madrid.
  • Las personas beneficiarias pueden usar esta ayuda para cubrir parte del coste de asistencia a domicilio, tareas del hogar o cuidados personales.

¿Quieres solicitarlo? Puedes hacerlo a través de los servicios sociales de tu ayuntamiento o directamente en la web oficial de la Comunidad de Madrid. Si tienes dudas, existen líneas de atención para resolverlas y empresas que te ayudan con los trámites.

Más allá de las ayudas: elegir bien a quien cuida

El verano puede ser una oportunidad para replantearse cómo organizamos el cuidado de nuestros mayores. Las empresas autorizadas del cheque servicio no solo cumplen con la normativa, sino que suelen contar con personal formado y protocolos de actuación en caso de emergencia.

Elegir bien a una persona cuidadora (sea por horas o interna) no se basa solo en su experiencia, sino en su capacidad para generar confianza, adaptarse a las rutinas del mayor y detectar cualquier cambio que pueda ser preocupante. El vínculo humano es tan importante como la competencia profesional.

No esperes a que llegue una ola de calor para actuar

El calor extremo puede llegar de un día para otro. Esperar a que la situación se vuelva crítica no es la mejor estrategia. La prevención debe ser anticipada, planificada y, si es posible, compartida.

Pequeños pasos que puedes dar desde ya:

  • Revisa con tus mayores si tienen todo lo necesario en casa (agua, ventilador, medicamentos).
  • Asegúrate de que saben cuándo es mejor salir y qué deben evitar.
  • Habla con sus vecinos o personas de confianza que puedan estar cerca.
  • Si lo necesitas, empieza a informarte sobre cómo solicitar el cheque servicio para la dependencia en tu comunidad.

El verano puede ser seguro y bonito… si lo preparamos bien

No todo en este artículo es advertencia. El verano también puede ser una estación amable para las personas mayores. Con más horas de luz, más vida en la calle (cuando se puede salir) y más posibilidades de romper la rutina. Si hacemos bien las cosas, puede ser una época de reencuentros, de nuevas costumbres y de tiempo compartido.

Ideas para disfrutar del verano con ellos:

  • Paseos al atardecer, cuando el sol ya no aprieta.
  • Juegos de mesa en el porche, el balcón o el patio.
  • Escuchar juntos su música favorita.
  • Hacer álbumes de fotos, recetas familiares o diarios de verano.

Porque no se trata solo de proteger del calor, sino de regalar calidad de vida. Y eso no lo da una temperatura ideal, sino la presencia, la atención y el cuidado.

Cuidar es prever, acompañar y amar

El calor del verano puede ser implacable, pero también lo puede ser nuestro compromiso con el bienestar de las personas mayores. No es necesario estar todos los días ni tener todo bajo control, pero sí es fundamental estar presentes, buscar apoyo cuando haga falta y actuar con cariño e inteligencia.

El cheque servicio Comunidad de Madrid, las empresas especializadas o las ayudas económicas disponibles son herramientas útiles. Pero el verdadero cuidado nace del vínculo humano.

Este verano, que el calor no sea excusa para descuidar. Que sea una oportunidad para estar más cerca, incluso desde lejos. Porque cuidar, al fin y al cabo, es una forma de amar.

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