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Cuidado de mayores: diferencias entre alzhéimer, demencia y párkinson

El paso de los años trae consigo la aparición de diversas dolencias y enfermedades en las personas mayores. Es en la tercera edad cuando más se aprecian y desarrollan tres de las enfermedades más típicas en ancianos: alzhéimer, párkinson y demencia senil. En este punto cabe decir, no obstante, que la demencia senil no es una enfermedad como tal. Lo habitual es confundir los síntomas de cada uno de estos términos y pensar que los tres son iguales. Por eso, y como sabemos lo importante que es saber qué es cada uno de ellos a la hora de afrontar el cuidado de mayores, en este post os explicamos las diferencias entre alzhéimer, demencia y párkinson.

¿Qué es el alzhéimer?

El alzhéimer es una alteración neurodegenerativa que suele aparecer a partir de los 65 años, si bien es cierto que en algunos casos se presenta en personas más jóvenes. Es muy complicado definir quién va a desarrollar la enfermedad de Alzheimer porque se trata de una alteración neurodegenerativa de causa desconocida en la que intervienen numerosos elementos.

Los primeros síntomas del alzhéimer se perciben cuando aparecen pequeñas pérdidas de memoria a las que no solemos dar importancia. Sin embargo, esta deficiencia se hace más perceptible con el paso del tiempo junto con otros síntomas muy característicos:

  • Alteración en la capacidad de razonamiento
  • Afasia (pérdida de vocabulario ante palabras comunes)
  • Apraxia (descontrol sobre los propios músculos)
  • Pérdida de capacidad espacial y desorientación
  • Cambios de carácter

¿Qué es el párkinson?

La enfermedad de Parkinson es un desorden crónico y degenerativo de una de las partes del cerebro que controla el sistema motor y se manifiesta con una pérdida progresiva de la capacidad de coordinar los movimientos. Se produce cuando las células nerviosas de la sustancia negra del mesencéfalo, área cerebral que controla el movimiento, mueren o sufren algún deterioro.

Los primeros síntomas de la enfermedad son leves y se hacen más evidentes con el paso del tiempo. En el inicio, los más típicos son dolores en las articulaciones, dificultades para realizar movimientos y agotamiento. En el 80% de los pacientes, además, los síntomas comienzan en un solo lado del cuerpo y después se generalizan.

Presenta varias características particulares:

  • Temblor
  • Rigidez (resistencia o falta de flexibilidad muscular) y pérdida de expresividad
  • Bradicinesia (pérdida de movimiento espontáneo automático y lentitud en todas las acciones)
  • Inestabilidad, haciendo que los enfermos se inclinen hacia adelante o hacia atrás y se caigan con facilidad
  • Problemas urinarios y estreñimiento
  • Trastornos del sueño: la somnolencia y las pesadillas son características del párkinson

¿Qué es la demencia senil?

Como hemos dicho unas líneas más arriba, una de las confusiones más extendidas es la que afirma que la demencia senil es una enfermedad. NO ES ASÍ. Decimos que una persona está demente cuando ha perdido sus facultades mentales y necesita supervisión y ayuda para poder hacer sus actividades diariasSenil significa viejo, por lo que decir que una persona tiene demencia senil no es más que decir que ha perdido sus facultades como consecuencia de la edad. Lo correcto sería, por tanto, decir qué enfermedad es la que está produciendo esta demencia senil.

Si analizamos a las personas mayores de 65 años con demencia, más de dos terceras partes tienen la enfermedad de Alzheimer. Es por esto que mucha gente tiende a igualar el todo (demencia senil) con la parte (alzhéimer).

Como expertos en cuidado de mayores en Madrid, desde mSoluciona Castellana esperamos que este post os haya sido de utilidad para saber distinguir estos tres términos tan comunes en la tercera edad.