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Longevidad y evolución genética

La mayor longevidad del ser humano favorece el incremento de problemas y la aparición de nuevas enfermedades relacionadas con el comportamento genético de las personas de mayor edad, según ha publicado recientemente el Doctor Ignacio Brusco, presidente de la Fundación Humanas. Según Brusco, genes que no habían dado la cara a lo largo de la historia, han empezado a hacerlo a partir del aumento de los años de vida alcazados por el ser humano.  Una de las consecuencias del incremento de la espectativa de vida es, por ejemplo, la aparición del Alzheimer.

Según explica Brusco, algunos genes van comportandose de diferente manera según envejece su portador. Por esta razón, genes que en un principio son beneficiosos pueden dejar de serlo a partir de cierta edad del indviduo. Ésta circunstancia se ha podido constatar a partir del incremento de las especativas de vida de las personas. Uno de los casos más llamativos en cuanto a la función de genes en el proceso de envejecimiento es el del gen “ApoE”, que según describe Ignacio Brusco en su artículo, tiene funciones protectoras durante la juventud pero, sin embargo, aumenta la posibilidad de padecer Alzheimer según envejece su portador. A la carga genética para padecer o no este tipo de enfermedades relacionadas con la vejez se suman factores ambientales,de toda índole.